jueves, 2 de abril de 2009

AcelerE

A veces no me aguanto y quiero romperte la cara. Así –PAF!- de un solo y rápido golpe que me desahogue el alma y te arranque de el silencio y de los letargos….

He decidido escribírtelo porque en este rinconcito logro con mucho esfuerzo ordenar lo que voy a decir y borrar lo que no debiera decirte, aunque se que en el fondo ya lo sabes todo, incluso, lo que ni te imaginas. Las claves de esta rayuela a la orilla de un barranco. Este póker entre espinas, del infanticidio que es mi cabeza y lo inmaduro de mi corazón. Pero no quiero sonar así, tan desesperada como te parezco. Tan abandonada a la vera del camino, porque no lo estoy.

He aprendido con esfuerzo a no esperar, a no aguantarme lo que me queda en el alma, porque cuando se despiden te quedas con todo eso guardado y con la inquietud de saber si hubiese sido distinto si hubieses dado un poco más.

Quiero que me dejes de una vez si me vas a dejar, o me tomes de la mano en este remolino en que se me convirtió la vida y me lleves unos segundos hasta el ojo del huracán para sentir esa paz mientras todo alrededor gira. Para por una vez en toda mi puta vida dejar que las cosas fluyan y no tener que forzar cada esquina del lazo.

En mi cabeza se me agolpan las ideas y los movimientos junto a miles de escombros emocionales que únicamente en tus brazos logro calmar. No puedes sentirlo? Necesito otros 5 segundos de luz, en ese éxtasis que me produce tu compañía.

Y te atreves a preguntarme si quiero estar contigo… Creo que el que se está arrepintiendo es otro.

Te enamoraste de Ofelia y te estrellaste contra Sibyl. Únete al club.

No hay comentarios:

Publicar un comentario