martes, 29 de septiembre de 2009

Huevito FritO

Es estando lejos de tu cocina cuando te das cuenta de la importancia de ciertas pendejadas en tu vida.

Por ejemplo, que llego a esta casa y que me da un antojo mortal de huevo frito.

Un huevo frito con pan y café, eso quería. Pero.... cómo obtenerlo? En el supermercado más cercano dudo me vendan un triste huevo, un triste pan y un sobrecito de café instantáneo.

En fin, camino al súper empiezo a recordar la última vez que disfruté de este sencillo manjarcito.
Fue en mi casa, bueno la que fue casa de mi madre, era una noche de viernes y yo había llegado ebria, mojada y con un hambre...... cosa hijueputa. Retomando mi rutina de farra, reviso todas las ollas a la vista, pero estaban vacías. No hay tiempo de ir a la tienda, además llueve y que pereza, mejor cocino lo que tenga a mano. Abro la nevera y saco un huevo (eso sí, porque en mi familia se podía acabar hasta la paciencia, pero siempre contaba uno con su cartón de huevos y su kilito de maíz pira).

Siempre me gusta hacer el recuento de los daños mientras veo un trocito de pan bañarse en el fresco amarillo del aborto pollicida (jaja, así no suena tan bonito, no?), y escuchar al televisor contarme historias que no me importan, luego bajarlos con un trago de buen café y ya-que-carajos. Se te pasa un poco la rasca y puedes dormir tranquila pensando “jajajaja bueno ya-que-carajos”.

Buen conjuro, lo recomiendo.

Pero hoy fue cosa de... tengo antojos de...... Limpiarme un poco la consciencia que tenía bastante cargada y no precisamente por efectos de alcohol.

2 comentarios:

  1. felicitaciones, las figuras literarias se le dan muy bien, ademas del sutil humor impreso que tiende a enfatizarse con la expresion en total, no a muchas personas se les da eso de escribir, y lo del huevo frito, la descarga es bastante positiva, pero un simple huevo no la soporta.

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  2. ... yo siempre desayuno sangre con azucar...
    -saludos

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